En los partidos correspondientes al descenso indirecto, que en esta versión toca a dos equipos de la Liga que deben defender su plaza ante el segundo y tercero del Nacional B, el Comité Técnico del fútbol profesional boliviano se involucrará plenamente, lo que en buenas cuentas supone que el estadio Provincial de Yacuiba deberá presentar sus mejores galas.
Está claro que Petrolero, el finalista del certamen, tiene vivas las esperanzas de adjudicarse el ascenso directo, siempre y cuando logre imponerse a Destroyers en la final prevista para el domingo 22 en el estadio Capriles, de Cochabamba. De cualquier forma, Felipe Rodríguez, presidente de dicho comité, advierte que para la eventualidad de que juegue partidos del indirecto, o en el mejor de los casos gane el ascenso directo el club de Yacuiba, entonces “se abrirá el capítulo de requisitos para que dicho estadio sea habilitado para encuentros oficiales de la Liga, los mismos que están reglamentados y de acuerdo a las exigencias de la Conmebol”, destacó el directivo.
De entrada, el primer escollo que tendrá que vencer el estadio Provincial es su escasa capacidad, porque no le alcanza para la mínima exigencia, que es de 8.000 a 10.000 espectadores, ya que sólo tiene aforo para 3.400, y, además, las tribunas de madera no pueden ser consideradas toda vez que no son seguras, pero sobre todas las cosas, de lo que se trata es
de precautelar por la seguridad de todos los aficionados”,
subrayó Rodríguez. De ello se desprende que Petrolero deberá pensar en otro estadio.
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jueves, 12 de abril de 2012
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