Fue un partido raro, no sólo porque el cuadro potosino ofició como local para efectos de recaudación sino por las expulsiones, grescas, decisiones polémicas del árbitro y las milagrosas salvadas del guardameta de Rosario. Todo se resolvió recién en el tercer minuto extra.
“Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe” es el adagio que puede resumir el encuentro, pues Independiente fue el claro dominador desde que arrancó el partido. De los pies de Gustavo “Batería” Paz nacieron todos los ataques albirrojos.
Sobre el filo de los 45 minutos, el árbitro paceño Juan Marcelo Castro mandó a Juan Godoy del “Inde” y a José Luis Buhezo de Rosario a los vestuarios, antes que sus compañeros. Los expulsó por un cruce de patadas cuando ambos cayeron al césped.
La riña entre ambos no terminó en la cancha, pues, en el ingreso a los vestuarios, Godoy no conforme con la decisión del juez y todavía enfurecido con Buhezo, provocó una nueva gresca. Dirigentes de los dos clubes, que rondaban por ahí, evitaron mayores incidentes.
Sin Godoy en cancha, Rodríguez pasó a ser el “9” de área e ingresó Alexis Medina para colaborar a Paz en la creación de juego. El argentino se mostró movedizo, pero falló un par de ocasiones claras de gol.
En la segunda parte, el partido se jugó en el campo de Rosario, que apenas pudo salir al contragolpe, sin resultados. Además de Medina, lo intentaron Patana, Paz, Padilla y Taborga, pero se encontraron con las manos salvadoras de Jesús Céspedes o bien, mandaron el balón afuera.
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