Detrás del campeón del Nacional Interprovincial, el Club Quebracho —que se clasificó a la Copa Simón Bolívar Nacional B (la antesala de la Liga)— está la historia de un grupo de niños que crecieron juntos y de jóvenes están cosechando éxitos en el fútbol.
Quebracho es el crédito de Villamontes, en Tarija, y el reciente Nacional Interprovincial presentó el plantel más joven, con un promedio de edad de 17,2 años.
Este grupo hizo un proceso a tomar en cuenta: comenzó como escuela de fútbol hace seis años, cuando al menos diez de sus 20 jugadores en esa época tenían solo 11 años; desde entonces crecieron juntos, se forjaron en la competencia a nivel local y nacional, y en algunos casos en la internacional, porque ya fueron al exterior a jugar amistosos.
“Tenemos jugadores de 15 años, 17, 18 y solo dos cuentan con 21. Ocurre que nosotros venimos desde hace años con una proyección y un proceso que lo estamos cumpliendo a cabalidad y con éxito. Comenzamos con bastantes chicos, pero diez de ellos siguieron el proceso de formación y ahora ya de jóvenes tienen mucho roce y son base del equipo”, según Ramiro Vaca, presidente del Club Quebracho.
Uno de sus hijos es integrante del equipo, y con recursos propios Vaca creó las condiciones para mantener al grupo unido, y ver que crezca no solo en la parte futbolística, sino también en la humana.
“Estamos en un proceso desde hace seis años, tenemos juntos a los chicos desde que eran casi niños, se entrenan casi como profesionales, viven juntos, tienen uniformes, alimentación y colegio para no descuidar los estudios”, explicó el dirigente.
En el portal youtube.com se pueden ver algunos partidos del equipo, como los que jugó en la River Cup en Argentina, un torneo para menores. El club se empapó y copió el sistema de trabajo de menores del Barcelona, de España.
“Por como se formaron en estos años, porque viven juntos con nosotros y el proceso que hacemos, yo no dudo en decir que aquí debe estar la selección boliviana Sub-18”, según Vaca.
La intención del club de Villamontes no era la de clasificarse al Nacional B, pero ahora que lo ha logrado presentará a su joven plantel. “Seremos el equipo más chango del Nacional B. Es un riesgo, lo vamos a asumir”, dijo.
Ganador desde el torneo provincialLocal. Inicialmente Quebracho ganó el torneo Interprovincial de Tarija, que le dio el pase para jugar el Nacional.
Nacional. Ya en el certamen nacional, venció a Mallasa (La Paz), Quiroga (Quillacollo), Azanake (Patacamaya) y Ferroviario (Villazón).
Villamontes. La serie en la que compitió Quebracho en el Interprovincial se jugó en su cancha de Villamontes, en Tarija. Hubo resultados de 17-1 y 14-0.
Infierno verde. Los equipos sintieron los rigores del calor en el denominado “infierno verde”.
Ramiro Vaca es el creador del plantel azulgrana
Ingeniero civil de profesión, además gerente de una empresa constructora, exjugador de Unión Central en la etapa asociacionista e impulsor con Mario Castellanos para que el equipo ascienda a la Liga, Ramiro Ernesto Vaca Figueroa es el hombre que creó y fundó el Club Quebracho.
Esa entidad del fútbol tarijeño nació el 21 de mayo de 2011, una vez que los chicos de la escuela crecieron y ya no tenían competencia con los de su edad, entonces optó por competir con equipos mayores, se inscribió en Primera B, logró el título y ascendió a la Primera A de la Asociación Tarijeña de Fútbol (ATF).
“Siempre me gustó el fútbol, ya de hincha decía cómo Tarija va a ver la Liga por tele. Bolívar, The Strongest tienen que venir a jugar aquí, entonces apoyamos al ascenso de Unión en 1998 y ahora que mi hijo juega, cómo no voy a hacer el esfuerzo para tener un equipo de Villamontes ojalá en la Liga”, aseguró Vaca.
El dirigente agradeció el respaldo que el club recibe de la Alcaldía de Villamontes y del ejecutivo seccional de la misma región, que apoyan este proyecto dotando las canchas y otros elementos logísticos.
Vaca es el presidente, su esposa Esther Ponce es la vicepresidenta y su madre Yolanda Figueroa es la gerente del club.
Asistió a 23 torneos en Argentina
El actual equipo base del Club Quebracho, que está junto desde que varios de sus integrantes eran niños, disputó 23 campeonatos amistosos en la Argentina en los últimos seis años.
El dirigente Ramiro Vaca contó que comenzaron como escuela y luego se transformaron en club.
“Fuimos varias veces a jugar la River Cup y en una de esas ganamos la final al mismo River Plate en el Monumental, en 2012. Eso fue porque nuestros chicos ya estaban bien fogueados y tenían competencia”, explicó Vaca.
Detalló que al margen de Argentina, también compitieron en Paraguay. El equipo viajaba con distintos nombres: Unión Tarija, Unión Bolivia, Villamontes y otros.
“Ahora, quiero ser sincero, no fuimos y ganamos a la primera; por el contrario, en los primeros torneos perdíamos muy feo, por goleada, pero fuimos evolucionando y luego obtuvimos frutos que hoy mismo estamos disfrutando”.
Contó a manera de anécdota que una vez jugaron con la filial del Barcelona en Buenos Aires. “Nos vieron chicos, morenos y flaquitos y nos estaban sobrando, hasta que les ganamos 3-1 y se agarraban la cabeza, se querían volver locos porque los superamos”.
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