Todas las quejas y reclamos cayeron sobre el árbitro beniano Alejandro Mancilla en la final de la Copa Simón Bolívar, donde Aurora venció por 1-0 a Destroyers con un polémico penal.
El juez central y el primer asistente de línea, Edwin Paredes, no coordinaron al momento de cobrar la máxima falta lo que generó la polémica.
“Sos un ladrón, un delincuente”, disparó Robert Blanco, vicepresidente de Destroyers, contra Mancilla luego de sentenciar penal para Aurora al minuto 61. Matías Vicedo lo transformó en gol.
La furia de los destroyanos por la dudosa decisión no se ocultó a partir de ese momento y en la recta final del partido fue expulsado el técnico Ubirajara Veiga tras recriminar al línea, Paredes. El entrenador del elenco cuchuquí fue sacado de la cancha del estadio Félix Capriles por la Policía.
Tras el final, la recriminación a Mancilla y sus asistentes se agudizó. La molestia era incontenible en el visitante. También se la agarraron con la terna arbitral los hinchas de Aurora, que le lanzaron botellas y por ello tuvieron que ser escoltados por alrededor de 100 efectivos policiales.
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